Mañana, al salir la primera estrella, la grey judía comenzará a celebrar la festividad de Rosh Hashaná, o Año Nuevo, correspondiente al año 5770 del calendario hebreo, que se extenderá hasta el domingo. «Shaná Tová» es el saludo que se intercambian los miembros de esa comunidad.
La celebración festiva se da pocos días después de un hecho que afectó a la comunidad judía, y a la sociedad en general, como fue la profanación de 58 tumbas en el cementerio de La Tablada. Diversas entidades repudiaron enérgicamente ese atentado.
El Año Nuevo será celebrado en distintas sinagogas, que estarán adornadas con el color blanco de la pureza. Allí se hace sonar el shofar, cuerno de carnero.
Explicando el sentido de ese instrumento de viento, decía Maimónides, en el siglo XII: «Escudriñad vuestras acciones. Recordad a vuestro Creador: mirad bien vuestras almas y permitid que haya un mejoramiento en vuestros actos.» El shofar lleva a reflexionar sobre los diez mandamientos, que remiten al Todopoderoso y a la vez llevan a cuidar al prójimo.
En un mensaje por esta fiesta, el presidente de Israel, Shimon Peres, dijo que «la oportunidad de alcanzar la paz nos llama, y debemos responder, aun asumiendo el costo de dolorosas concesiones». Y señaló: «Quiero desear, desde el corazón, mis buenos deseos para el pueblo judío de la diáspora, con la esperanza de que sea un año de alegría y buenos momentos para todos».