«El libro de mami es también el de todas las familias polacas que vinieron al país huyendo de la guerra en Europa.» Alice Erlich, la hija de una mujer judía que logró escapar del exterminio nazi y mantuvo en secreto su historia a su propia familia durante cincuenta años, sintetizó así el sentido de El ghetto de las ocho puertas, la nueva novela de Alejandro Parisi.
Conmovidos hasta las lágrimas, Alice y su hermano Teo contaron anécdotas familiares ante unas 350 personas en la presentación del libro, en el Museo del Holocausto.
Lea la historia de Mira Ostromoglinsky , por Jorge Fernández Díaz
Las increíbles situaciones que atravesó Mira Ostromoglinska junto con su esposo, Edek Erlich, para sobrevivir en el gueto de Varsovia, del que se escaparon por las cloacas, son relatadas con realismo en la segunda novela de Parisi, publicada por Sudamericana. La primera, Delivery, de notable éxito, fue traducida al italiano.
Aun cuando no lo vio impreso, el libro de Parisi cumplió el mayor anhelo de Mira: contar su vida para que «eso» no vuelva a suceder. Mira falleció el 16 de junio pasado, tres días después de que su historia fuera leída por cerca de 350.000 lectores de La Nacion en un artículo escrito por Jorge Fernández Díaz, secretario de Redacción. «Lo que más valoro de este libro es que permite armar el gran árbol genealógico de los argentinos», dijo Fernández Díaz en el acto. «Con este tipo de libros se evidencia que estamos aceptando de verdad lo que somos y de dónde venimos. Esto es imprescindible, porque si no sabemos quiénes somos ni de dónde venimos no podremos saber adónde vamos», dijo Fernández Díaz, y destacó que la historia aquí relatada «nos involucra a todos y no sólo a los judíos».
Un autor seducido
Parisi se acercó a la historia de la familia polaca, que llegó al país en 1951, por su amistad con uno de los nietos de Mira. El escritor admitió haber sido seducido primero por la historia y luego por el personaje. Dijo que Mira era una mujer admirable por su valentía, entusiasmo, paciencia y porque «estuvo en todos los lugares donde uno hubiese querido estar y también donde uno no querría estar nunca».
Parisi entrevistó largamente a su heroína durante un año y recreó las distintas situaciones sobre la base de la prodigiosa memoria de la mujer. Con la voz narradora de Mira, Parisi produjo una novela verídica que, según Graciela Jinich, directora del Museo del Holocausto, es ejemplo de «cómo se puede contar la historia de la Shoa sin golpes bajos, sin buscar estremecer al lector destacando a los actores».