La muestra Broñia, una historia del holocausto-shoá, del artista plástico Daniel Kuryj se presentará hasta el 11 de noviembre en la sede de la Fundación Lebensohn, ubicada en General Hornos 228, Barracas (ex fábrica Bagley) y podrá ser visitada de 14 a 18.
Kuryj nació en Buenos Aires en 1968 y se inició en el arte como autodidacta hace 15 años. Hijo de inmigrantes ucranianos de Odessa, percibió de su madre los relatos terribles de la persecución a los judíos durante la ocupación alemana.
En 2005 realizó análisis de arte junto a Luis Felipe Noé, quien lo alentó a desarrollar su obra y a escribir sobre aquellos días. Así fue como en el 2008 realizó su primera muestra individual en la galería Arcimboldo.
En 2008 y el 2009 expuso en el Centro Cultural Rojas y en la Facultad de Sociología sobre los proyectos presentados de los arquitectos Mies Van Der Rohe y Walter Gropius y sobre las publicaciones de tinte racista y progermánicas realizadas por el Concejo Deliberante porteño en la década del cuarenta.
Broñia, así como se titula la obra, es el nombre de una niña de padres hebreos protegida por Prokofii y Pasuña, abuelos de Daniel Kuryj. El artista decidió transformar aquellos trágicos días en una extensa obra de arte, que funciona a su vez como denuncia y una forma de mantener viva la memoria.