El juez federal Norberto Oyarbide ratificó ayer que por ahora «dio negativo» el resultado de la investigación sobre posibles «pinchaduras» a las líneas telefónicas de la AMIA.
El domingo, un funcionario judicial y policías federales revisaron la central telefónica y las líneas de la mutual judía en el marco de la causa en la que están detenidos el espía Ciro James y el ex comisario general de la Policía Federal Jorge «Fino» Palacios.
El juez dispuso el procedimiento luego de que los investigadores del escándalo de espionaje en el Gobierno porteño detectaran que James se había comunicado con la AMIA. Su secretario, Julio Schlosser, comentó que James «se habría comunicado con uno de los (teléfonos) internos» de la mutual.
«Avanzamos sobre la sede de AMIA para efectuar medidas en el sentido de que pudieran estar los teléfonos intervenidos, pero hasta donde se analizó el resultado es negativo», explicó Oyarbide, aunque advirtió que todavía el trabajo de inspección «no está terminado».
El juez también admitió haber «reforzado» medidas de seguridad propias, a partir de haber recibido mensajes intimidatorios por correo electrónico y detalló, a modo de ejemplo, que el automóvil en el cual se moviliza «tiene blindadas hasta las gomas».
Aunque aclaró que sus precauciones no son sólo por esta causa si no por todas mas resonantes que tiene en su juzgado como «la de medicamentos, Skanska y otras de enriquecimiento ilícito muy sonora». Oyarbide se refería a la investigación del patrimonio de Néstor y Cristina Kirchner.
Sobre algunas de estas causas, en las últimas semanas el juez anticipó novedades sorprendentes a la prensa, que luego quedaron desmentidas por los hechos.