Un centenar de empleados del Ente Cultural de Tucumán rechazaron las pintadas con símbolos nazis realizada el 25 de noviembre, durante una protesta de teatristas que reclamaban el pago de subsidios comprometidos por el Estado para la realización de espectáculos.
«Repudiamos los hechos de violencia ocurridos días atrás, cuando un grupo de aproximadamente 25 personas ocasionaron daños intencionales a la fachada de esta sede (Mendoza 251, en la Casa de la Cultura), cuando mancharon las paredes con símbolos antisemitas», sostuvieron Carlos Coronel, Hugo Conteras, Juan Palavecino y numerosos otros trabajadores de la entidad.
Los estatales afirmaron que fueron agredidos verbalmente por quienes efectuaron las pintadas cuando fueron a borrar la cruz gamada. «Quisimos limpiar esa ofensa por iniciativa propia, porque expresaba algo absolutamente contrario a nuestro sentir», señalaron.
En contra de Guzman
En la manifestación, algunos de los participantes inscribieron en el acceso cruces esvásticas del régimen nazi y consignas en contra de la religión que profesa el titular del ente, Mauricio Guzman. Inmediatamente reaccionó la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) de Tucumán, cuyo presidente, Ricardo Cohen, calificó lo ocurrido como un acto de agresión xenófoba a un colectivo social.
Estos hechos fueron también repudiados por distintos referentes del movimiento teatral independiente y de la Asociación Argentina de Actores, e incluso la directora Teresita Guardia pidió públicas disculpas a la comunidad judía por su participación en la realización de las pintadas, mediante notas presentadas en la DAIA y en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi).
Los teatristas aclararon que mantienen el reclamo por la falta de cumplimiento de la Ley del Teatro, N 7.854, y por el correcto uso de los $ 630.000 asignados en el presupuesto 2009 para el fomento de esta actividad.