El presidente húngaro Laszlo Solyom firmó el día 10 una ley para declarar a la negación o denigración del Holocausto como una ofensa criminal, estableciendo que esto no se trata de libertad de expresión, la cual está protegida por la constitución.
Hablando hoy tras la firma, el director de la oficina del presidente, Ferenc Kumin, dijo que en casos limitados, que incluyen la protección de símbolos nacionales como la bandera y la prohibición de símbolos dictatoriales como la esvástica Nazi, la constitución permite criminalizar ciertos tipos de discurso y por lo tanto la negación del Holocausto tiene que ser juzgado de manera distinta a la libertad de expresión en general.
El parlamento aprobó la ley para criminalizar la negación del Holocausto el 22 de febrero, el último día de su sesión final antes de las elecciones parlamentarias de abril. La ley establece hasta tres años de prisión por una negación pública de que el Holocausto realmente existió, por cuestionar si realmente ocurrió o por restarle importancia.
El jefe de la Asociación de Comunidades Judías en Hungría calificó a la ley como una herramienta importante en el combate del antisemitismo.
El jefe de la oficina del primer ministro responsable de los asuntos en Roma, dijo que la ley permitirá que Hungría se una a otros países de Europa en la protección de la dignidad humana.
La nueva ley entrará en vigor treinta días después de su promulgación.