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Llega al país Eva Schloss, la mujer que compartió su vida con Ana Frank

Cuando Hitler invadió Austria, Eva Geiringers tenía nueve años y su familia decidió mudarse de país.
Tras un paso por Bélgica, terminaron en Amsterdam, Holanda, en la casa de al lado de la de Ana Frank.
Allí Eva y Ana se hicieron amigas, compartieron juegos y sueños, hasta que la persecución desatada contra los judíos cambió todo el panorama y obligó a las familias de ambas niñas a vivir escondidas.
Fue entonces cuando Ana comenzó a escribir su famoso diario. Años después, el padre de Ana y la madre de Eva, que habían enviudado en Auschwitz, se casaron y Eva se convirtió en la hermanastra post mortem de Ana.
El 10 del mes próximo, Eva Geiringers de Schloss visitará la Argentina para participar de una jornada organizada por las autoridades de La Casa de Ana Frank en el país que, por estos días, festeja su primer aniversario, desde que fue inaugurada el 2 de junio de 2009, y el 50° aniversario de la Anne Frank House de Holanda. El encuentro tendrá lugar en Superí 2646, Saavedra, a las 19.
A partir de 1942, cuando se intensificó la persecución contra los judíos, los Frank y los Geiringers subsistieron en la clandestinidad por dos años, hasta que fueron descubiertos por el régimen nazi y trasladados al campo de concentración de Westerbork y, más tarde, a Auschwitz?Birkenau.
Ana murió allí de tifus, apenas un mes antes de que el ejército ruso liberara Auschwitz. Otto, su padre, fue el único sobreviviente de la familia Frank.
Cuando el hombre regresó a Amsterdam, descubrió el diario que había escrito su hija durante aquellos años en los que tuvieron que vivir escondidos para preservar sus vidas amenazadas por el imperio alemán.
Encuentro tras el cautiverio
Eva y su madre también sobrevivieron al cautiverio. Otto se encontró con ellas con la esperanza de recibir buenas noticias de su esposa e hijas.
Su vida pareció desplomarse cuando se enteró de lo que le había sucedido a su familia.
Sólo las palabras del diario de la pequeña Ana parecieron sostenerlo, además de su amistad con Eva y su madre. Tanto, que pocos años más tarde, Otto y Fritzy, la madre de Eva, se casaron.
En 1951, Eva se mudó a Londres para trabajar como fotógrafa y allí se casó con Zvi Schloss, cuya familia también había sido refugiada en Alemania.
Tuvieron tres hijas, que Otto cuidó y quiso como a sus propias nietas.
Fritzy y Otto estuvieron casados durante 27 años. Dedicaron su vida a dar difusión al diario de Ana Frank, que fue traducido a más de 70 idiomas.
Hasta sus últimos días, la pareja contestaba personalmente cada carta que recibía de personas de diferentes lugares del mundo que habían leído el libro.
Para Eva, como para muchos sobrevivientes del Holocausto, fue muy difícil hablar de lo vivido durante ese período.
Pero, en 1986, cuando una muestra itinerante llegó a Londres, decidió sumarse a esta causa, convirtiéndose en una activa luchadora para que se conozca la historia del Holocausto y que, a través de sus testimonios, se transmita un mensaje de tolerancia, respeto y humanitarismo.