La Policía paraguaya detuvo ayer en la conflictiva zona de la Triple Frontera, limítrofe con Brasil y con la Argentina, a un hombre de origen libanés buscado por Estados Unidos, acusado de ser financista de la organización integrista Hizbulá, lo que alimenta las antiguas sospechas del Departamento de Estado e Israel sobre la actividad fundamentalista islámica en a región.
Interpol Paraguay dijo en un comunicado que el detenido, de 38 años, nacido en Líbano, fue capturado en un operativo junto con la Secretaría de Prevención del Terrorismo de la Policía paraguaya, a fin de indagar sobre su identidad y antecedentes.
«Va a tener una audiencia identificatoria en el juzgado y a partir de ahí el juez va a disponer dónde va a ser recluido en forma provisoria, mientras corre la extradición», señaló a periodistas el comisario José Chena, jefe de Interpol.
Chena dijo que el hombre identificado como Mousa Alí Hamdán es un presunto financista del grupo extremista Hizbulá, mientras la nota oficial menciona un pedido de arresto provisional con fines de extradición de la Embajada de Estados Unidos.
El comisario dijo que Hamdán cuenta con una orden de captura de 2008 en Estados Unidos, y medios locales señalaron que era por su participación en un plan para financiar una compra de armas para Hizbulá.
Hamdán fue detenido en Ciudad del Este, ciudad paraguaya que marca el triángulo con Puerto Iguazú en la Argentina y Foz del Iguazú del lado brasileño. La Triple Frontera está en la mira de Estados Unidos por sospechas de albergar a personas que financian a organizaciones que considera terroristas.
Los tres países, que desmienten la presencia de este tipo de grupos en su territorio, conformaron una comisión años atrás que trabaja junto con Estados Unidos para dar mayor seguridad al lugar, cuna del contrabando y la falsificación de marcas.
El comisario paraguayo dijo que el proceso de extradición podría extenderse por unos 45 días, dependiendo de la duración de los trámites judiciales. «A partir de ahora queda la tramitación en Cancillería para su extradición», aseguró.
Además de su reconocida actividad terrorista, Hizbulá es también un movimiento que despliega en el sur del Líbano una amplia actividad social y, a la vez, es un partido político significativo para los musulmanes de ese país.