PRENSA

El Papa condena a nazis y pedófilos al terminar su visita al Reino Unido

El pontífice criticó a los curas violadores y habló de los “oscuros días” de Hitler, pero en las calles británicas se lo acusó de defender a los religiosos abusadores y de no denunciar a Pio XII como cómplice del Holocausto. El Papa Benedicto XVI terminó ayer lo que su vocero definió como una “maravillosa” visita al Reino Unido, cuatro días en los que, repetidamente, calificó los abusos de los sacerdotes del clero contra menores como un “crimen atroz”. En el último día de su larga estadía, el Sumo Pontífice ofreció una misa masiva en Birmingham, cuna de la Revolución Industrial y segunda ciudad de Gran Bretaña. En la ocasión, beatificó al cardenal John Henry Newman, el más célebre católico británico converso. Newman (1801-1890) abandonó la Iglesia anglicana y se convirtió al catolicismo en 1845. Se trata del primer proceso de beatificación que Benedicto XVI realiza personalmente, “prueba de su valoración de la figura de Newman”, dijo el vocero. El acto, celebrado ante decenas de miles de personas, tuvo una especial significación por producirse en medio de un fuerte debate en el seno de la Iglesia anglicana sobre la apertura del obispado a las mujeres y la admisión de sacerdotes homosexuales. La polémica provocó meses atrás una serie de conversiones al catolicismo, que el Vaticano alentó abiertamente, y que generaron un clima de tensión entre ambas iglesias. El viaje, sin embargo, sirvió para mostrar algunos signos de reconciliación. Benedicto fue, por ejemplo, el primer Papa de la Iglesia de Roma que celebró una oración conjunta en la Abadía de Westminster, codo a codo con el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, líder mundial de los anglicanos.