Un proyecto de declaración para manifestar «la más absoluta confianza en las instituciones» de Chile, otro de resolución para convocar a los integrantes de la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE) y una carta al titular de ese organismo para «acceder al texto del acta» que motivó el rechazo del pedido de extradición de Sergio Galvarino Apablaza. Esas acciones mostró el arco opositor en la Cámara de Diputados como respuesta a la decisión del Gobierno de concederle el refugio político al ex guerrillero. A los dos proyectos los impulsó el núcleo duro de la oposición, conformado por la UCR, el peronismo disidente, la Coalición Cívica y el PRO. En una rueda de prensa en conjunto, presentaron ayer, la declaración redactada por el radical Ricardo Gil Lavedra y el pedido de citaciones formulado por Patricia Bullrich, mano derecha de Elisa Carrió. Cuestionaron la resolución de la CONARE (la calificaron de «ilegítima», «irracional», «pésima») e insistieron en que significó una «ofensa» hacia Chile, que reclamó la extradición de Apablaza para juzgarlo por el crimen de Jaime Guzmán, fundador de la pinochetista Unión Demócrata Independiente en 1991. (…) «En las dictaduras, Argentina y Chile tuvieron colaboración para el terror. Sería lógico que, con esa experiencia tan nefasta, los gobiernos colaboraran desde una mirada binacional democrática», sostuvo Bullrich. «No sólo confiamos en el Estado de derecho chileno sino también en la Justicia argentina», argumentó Gustavo Ferrari, del Peronismo Federal, en referencia a que la Corte entendió que desde el punto de vista jurídico no se trató de un delito político. Y pidió «coherencia» con los reclamos de extradición de ex funcionarios iraníes vinculados a la causa por el atentado a la AMIA. Paula Bertol, del PRO, agregó que «es una ofensa permitir el asilo de Apablaza».
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