Días antes de reiniciar las conversaciones con las potencias mundiales en Estambul, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, dijo ayer que su país sigue avanzando en su programa nuclear y advirtió que no se desviará de sus objetivos aunque el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe 100 mil resoluciones en su contra.
Teherán endureció su posición de cara a la reunión con los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y China, los próximos 21 y 22 de enero, y funcionarios iraníes dijeron que no discutirán el derecho de su país a enriquecer uranio.
Ahmadinejad dijo que “Irán avanza en la energía nuclear” mientras los Estados Unidos y sus aliados “sólo emiten resoluciones”. “Que emitan 100 mil resoluciones”, dijo, “no es importante. Que digan lo que quieran.”
El enriquecimiento de uranio es el punto central de la disputa entre Irán y los países occidentales, una tecnología que se puede usar para producir combustible nuclear o materiales para una ojiva atómica. El Consejo de Seguridad aplicó una cuarta ronda de sanciones a Irán a mediados del año pasado por su negativa a desistir del enriquecimiento de uranio.
Los Estados Unidos y algunos de sus aliados acusan a Teherán de usar su programa de energía nuclear civil para encubrir el intento de fabricar armas. Teherán lo niega, y asegura que su intención es sólo producir energía eléctrica e isótopos medicinales.