La presidenta y ex prisionera política brasileña, Dilma Rousseff, comparó a las dictaduras militares con el régimen nazi, al afirmar que representaron la tortura y el intento de callar a millones de seres humanos, y llamó a la memoria colectiva para impedir la barbarie.
«Los campos de concentración inauguraron las prisiones modernas, y el nazismo representó un nuevo modo de tratar al opositor político que fue reducido a una condición subhumana» por medio de la «tortura científica» y «la violencia industrializada», afirmó Rousseff en declaraciones citadas por Ansa.
La mandataria habló anoche, en el Estado de Río Grande do Sul, en un acto de homenaje a las víctimas del Holocausto, en el que participaron dos judíos sobrevivientes de los campos de concentración.
«La memoria es un arma humana para impedir la barbarie. Recordar Auscwhitz es recordar a todas las víctimas de las guerras injustas, de todas las dictaduras que torturaron e intentaron callar a millones de seres humanos», acotó en tono emocionado.
Rousseff integró una organización armada que enfrentó al régimen militar de su país, el cual la sometió a prisión y torturas durante casi tres años.
Del acto también participó la ministra de Derechos Humanos, Maria del Rosario, quien por orientación de Rousseff está impulsando la creación de una Comisión de la Verdad sobre los crímenes cometidos por los militares que gobernaron Brasil.