PRENSA

Los nazis se vuelven contra Dior

El demandante de Galliano pide que cese el acoso sobre el diseñador, al que sus colegas consideran víctima de una estrategia empresarial.

El vídeo está dando la vuelta a Francia porque compromete la grandeur de uno de sus buques insignia: Christian Dior. Grabado en 1963 y colgado ahora en Internet, es una entrevista a Françoise Dior, sobrina del creador, y Colin Jordan, jefe del partido nazi británico. Aparecen sentados ante la cámara, cogidos de la mano y haciendo apología del nacionalsocialismo al anunciar su enlace. Así hablan, por ejemplo, sobre sus futuros hijos: «Se atenderá a su pureza de raza, no se casarán si no es con alguien de raza aria y venerarán al Führer». Françoise detalla también cómo será su boda: «Nos haremos una incisión en un dedo y nuestra sangre se mezclará y caerá sobre una página en blanco del Mein Kampf (Mi lucha)».

El presunto antisemitismo de John Galliano, por el que la casa francesa lo puso de patitas en la calle, está teniendo un peligroso efecto bumerán. Los colegas del modisto atribuyen su loa a Hitler -grabada por un videoaficionado- a un exceso etílico más que a una convicción ideológica, y entienden su despido como un mecanismo de defensa de Dior, que habría visto peligrar un negocio en el que buena parte de sus clientas son judías. Por ejemplo, Natalie Portman, que se negó a llevar esta marca en la gala de los Oscar.

«Por lo que se sabe en este mundillo, no creo que Galliano sea nazi ni nada por el estilo, y es una persona que jamás ha tenido problemas con sus compañeros de profesión», reivindica el gallego José Castro.

El también gallego Ángel Nimo añade que el nazismo le parece «una excusa para despedirlo y renovar la firma, porque cada una de sus presentaciones cuesta tanto como la propia colección, y al no ser amortizable… Creo que todo esto les ha venido al pelo, aunque desde luego no apruebo el comportamiento de Galliano».

El argumento del nazismo ha dado un giro sorprendente y planea ahora sobre Dior. Hasta el punto de que el hombre que demandó a Galliano por injurias racistas dijo ayer en el periódico Le Parisien que el modisto «no es racista ni antisemita», y que la realidad ha «superado lo admisible». «John Galliano no se merece esto y no quiero que se le destruya de esa manera», prosigue el afectado, que atribuye lo sucedido únicamente a la borrachera del gibraltareño. Con todo, el proceso judicial ya está en marcha y ya no es posible retirar la denuncia.

Crónica un vídeo de la sobrina del modisto compromete ahora a la casa francesa.