En la cuadra de Viamonte al 300, en el corazón del barrio General Paz de Córdoba, los vecinos no salen de su asombro, tras enterarse de que allí vivía el líder de una banda de neonazis. La sorpresa viajó también hasta Ituzaingó, en el Gran Buenos Aires, donde se detuvo otro de los integrantes y se comprobó que era un policía de la Metropolitana. El martes, cerca de las 8 de la mañana, tres móviles de la Policía Federal y cerca de una docena de efectivos enviados a Córdoba directamente desde Buenos Aires hicieron un operativo en el que fue detenido Carlos Santiago Belveder (37), presunto líder de la agrupación neonazi Alba Tulle . Esta banda, que “reclutaba jóvenes de entre 15 y 17 años a través de Internet para introducirlos en la doctrina de la superioridad racial, la xenofobia y el antisemitismo fue detectada gracias a la denuncia que realizó en octubre de 2010 el papá de un chico de 15 años”, detalló a Clarín el subsecretario de Delitos Complejos y Lucha contra la Criminalidad Organizada, Miguel Robles. El funcionario detalló que el hombre informó la cooptación de su hijo ante las autoridades de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), quienes denunciaron penalmente el hecho al juez federal de Morón, Juan Pablo Salas.