París y una veintena de capitales de provincias francesas han vivido este domingo sentadas y manifestaciones silenciosas para denunciar el terrorismo islámico, racista y antisemita. La gran mayoría de los actos fueron convocadas por la Liga contra el racismo y el antisemitismo (Licra), a la que se sumaron numerosas organizaciones judías, musulmanas, católicas, laicas, a las que se pidió abstenerse de cualquier intento de «recuperación política».
En París, el servicio de orden de una manifestación en la que han participado varios millares de personas, desfilando, en silencio, entre la Bastilla y Nation, estaba integrado por jóvenes judíos, negros, árabes, musulmanes y laicos.
El presidente de la Licra, Alain Jakubowicz, leyó un breve texto, explicando el sentido de las manifestaciones convocadas en toda Francia, por estas razones: «El corazón moral de Francia ha sido golpeado por actos de terrorismo marcados con el sello del racismo y el antisemitismo. Actos de barbarie que intentan sembrar el odio, el miedo, el caos. Creemos, por nuestra parte, que es el momento de dar muestras de solidaridad entre los ciudadanos de todas las confesiones, todas las opiniones políticas, sea cual sea el color de su piel, manifestándonos juntos, para demostrar nuestro asco ante el odio racista y antisemita, apelando a la defensa de los valores comunes de la República».
En la manifestación de París, la presencia de varios burócratas socialistas, como el alcalde de París, acompañado de un fotógrafo propio, fue saludada con gritos de «¡oportunista!». También se celebraron sentadas y manifestaciones en Lyon, Toulouse, Nantes, Périgueux, Dijon, entre otras ciudades.