La población israelí conmemora hoy el Día del Holocausto, uno de los más solemnes de su calendario, con una serie de actos de recuerdo en todas las instituciones públicas y el ulular de una sirena que a las 10.00 de la mañana (7.00 GMT) que paralizó todo el país. La potente sirena antiaérea, que se escuchó en todas las ciudades y pueblos, detuvo el tráfico en calles y cruces, mientras los conductores salían de sus automóviles para, con los viandantes, ponerse firmes en señal de respeto. Tan sólo los miembros de la minoría árabe -que no se identifican con la jornada-, y muchos de la comunidad ultraortodoxa judía -que consideran Israel un sacrilegio a sus estrictas creencias religiosas- se inhibieron de esta vieja tradición que acompaña las dos jornadas de luto nacional del calendario israelí.