Una charla sobre femicidio y violencia de género se realizó anoche en la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), en el barrio porteño de Balvanera, organizado por la Red de Mujeres Judías Argentinas, con la participación de legisladoras y especialistas en el tema.
El encuentro titulado «Qué aportan a la sociedad las nuevas leyes en materia de Derechos de Género y femicidio», tuvo como invitadas a las diputadas nacionales María Luisa Storani, radical; y Virginia Linares, del Frente Amplio Progresista (FAP); y a la directora de la asociación civil Shalom Bait, Fernanda Tarica.
Las expositoras coincidieron en destacar el carácter revolucionario que tiene en Argentina la Ley 26.485, de Violencia de Género, que es copiada por otros países dadas sus características superadoras.
Las tres, además, reclamaron mayor presupuesto para hacer cumplir la ley en ciertos mandatos, como las campañas preventivas.
También coincidieron en la necesidad de sumar y comprometer al hombre en la lucha contra la violencia de género, ya que todos los logros son hechos generalmente por mujeres, lo que hace parecer al tema como una cuestión sólo femenina.
Otro punto sobre el que acordaron las panelistas fue el de la necesidad de fortalecer la protección para las mujeres golpeadas que son separadas del atacante pero que pueden sufrir represalias, con la creación de refugios y equipos de atención y contención.
Linares definió que el femicidio es «cuando un hombre mata a una mujer por el sólo hecho de ser mujer y por lo tanto considerarla parte de su propiedad como un objeto o también por una cuestión de odio de género», y aclaró que «no todos los homicidios de mujeres son femicidios, aunque sí la mayoría».
La legisladora cuestionó que «sólo en el 10% de los casos registrados figura como agravante el vínculo, ya que la mayoría de las veces la cuestión de la relación de pareja derivó en un atenuante».
«Tenemos una muy buena ley de violencia de género, que no se refiere sólo a la física, sino también a la psicológica, la obstétrica, la simbólica, la económica», aseguró.
Luego lamentó que «sólo tenemos 13 millones de pesos en el presupuesto para el cumplimiento de esta ley» y advirtió que «son los poderes ejecutivos los que tienen la verdadera capacidad de decisión para el cumplimiento de una ley, ya que depende de ellos asignar los fondos correspondientes».
«Hay que ver cuáles son las políticas públicas a aplicar para no llegar al femicidio y también es importante trabajar con la justicia, con el ministerio público», dijo.
Linares insistió en que «lo que está faltando de manera prioritaria son políticas públicas para prevenir el tema de la violencia y llegar a situaciones homicidio, porque cuando uno se pone a mirar, ve que en la mayoría de los casos las mujeres han hecho por lo menos una denuncia».
Storani resaltó la importancia que tuvo para la creación de la ley argentina «la convención de la OEA (Organización de Estados Americanos) de Belem do Pará (Brasil) para erradicar y sancionar la violencia hacia las mujeres».
«Esta convención -dijo- es la única que define los derechos de género, que tienen que ver con las relaciones de poder asimétricas que se dan en el seno de una pareja».
Acerca de la ley 26.485, aprobada en 2009, sostuvo que «es revolucionaria sobre violencia familiar y violencia doméstica» y que tiene una definición muy clara sobre el tema «tomada exactamente de la convención de Belem do Pará».
«Muchos países nos copian la legislación, porque también incluye la violencia sexual y reproductiva, que sufren muchas adolescentes, y la violencia mediática, en programas de televisión y publicidades».
Ella también criticó que «no hay un solo peso para presupuesto para aplicación para esta ley ni en 2009 ni en 2010 ni en 2011. En 2012 le agregaron un porcentaje sólo para empleados, para personal, no hay una sola campaña para la prevención ni en radio ni en televisión de parte del gobierno nacional».
«En legislación somos un país del primer mundo, y hasta nos copian las leyes, pero en cuanto a la aplicación y la implementación de políticas públicas que ordena la ley, somos de cuarto mundo», se quejó.
La directora de Shalom Bait («paz en la casa», en hebreo), comentó que esta entidad civil nació para los casos de violencia de género en la comunidad judía pero luego se extendió a la comunidad y la sociedad en general.
Tarica coincidió en que «se adolece de una política pública», pero aclaró que «sería injusto no reconocer que en los últimos años se ha avanzado en algunas decisiones sobre este tema».
La disertante afirmó que Argentina es «el cuarto país con peor respeto por las mujeres y con más mujeres asesinadas a causa de la violencia de género», aunque precisó que el femicidio no es la única manifestación de este flagelo.
En otro momento, la legisladora Linares aportó otros datos, que indican que en Argentina, la cantidad de mujeres asesinadas en esa situación fueron 206 en 2008, 231 en 2009, 260 en 2010 y 282 en 2011, lo que indica un peligroso crecimiento de este tipo de crimen.
En representación de la DAIA, estuvieron presentes el secretario general, Fabián Galante, los integrantes del Consejo Directivo, Diana Laufer, Enrique Zadoff y el director ejecutivo, Jorge Elbaum.