El exagente del Mossad Zvi Aharoni, que colaboró con la captura del nazi Adolf Eichmann en la Argentina en 1960, murió hace diez días en Inglaterra, a los 91 años, aunque su hijo Amram Aharoni lo confirmó ayer. El hecho que le otorgó la medalla de héroe a Aharoni fue que, tras viajar a Buenos Aires y luego de una larga investigación, dio en el blanco con el paradero de Eichmann, el teniente coronel de la SS y responsable de la «solución final» que se encargaba de los transportes de deportados a los campos de concentración nazis. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, un sacerdote franciscano con conexiones de alto nivel en el Vaticano había ayudado a Eichmann a escapar con un pasaporte emitido por el Comité Internacional de la Cruz Roja y un visado argentino a nombre de Ricardo Klement. Una vez en Buenos Aires, se instaló con su familia en la localidad porteña de Bancalari, en el partido de San Fernando. El exintegrante del servicio secreto israelí fue quien encontró, tras una larga investigación, rumores y seguimientos, al exmiembro de la SS nazi. En un operativo denominado Garibaldi, por la calle en la que vivía Eichmann, el primer ministro israelí Ben Gurión mandó a varios miembros del Mossad a la Argentina. Eichmann fue interceptado cuando volvía de su trabajo en la compañía Mercedes-Benz. Una cicatriz en el lugar donde la SS tatuaba a sus miembros lo delató por completo.