Tras su paso por la ONU y su accidentada exposición en dos universidades norteamericanas, Cristina Kirchner llegó el lunes a esta ciudad para encarar un nuevo compromiso internacional, la cumbre de América del Sur y Países Arabes (ASPA). Bajo un cielo encapotado de nubes gruesas y con alguna llovizna aislada, la Presidenta se trasladó al hotel Marriott, en Miraflores y con vista espectacular al Pacífico, donde se ha alojado en sus últimos tres viajes a esta ciudad. Esta tercera edición de la cumbre ASPA debió haberse hecho el año pasado, pero fue suspendida por pedido de los líderes árabes, cuando en Egipto las protestas ponían en jaque al régimen de Hosni Mubarak, que luego sería derribado. Los conflictos no se han detenido en esas latitudes y por eso las presencias son reducidas: solo cuatro jefes de Estado sobre dieciséis países árabes. De Sudamérica el gran ausente es Hugo Chávez, que el domingo enfrenta elecciones presidenciales. Cristina tendría una bilateral con el rey de Jordania Abdullah Bin Al-Hussein, quien el fin de semana dio la nota al llegar con anticipación para conocer Machu Pichu, y viajar en moto deportiva desde Lima hasta Cusco, seguido por una caravana de seguridad encargada de espantar periodistas..
PRENSA
