Familiares de detenidos desaparecidos judíos, víctimas de la última dictadura militar, fueron recibidos ayer en la DAIA por su presidente, Julio Schlosser; su secretario general, Jorge Knoblovits y miembros del staff profesional.
El objetivo del encuentro fue informar que la DAIA emitirá un comunicado pidiendo perdón por los graves errores cometidos por la entidad con relación a esa tragedia.
Schlosser expresó su «beneplácito por la posibilidad de realizar la reunión, manteniendo un diálogo sincero y por la importancia de trabajar la temática educativamente para que no se repita, con el mismo espíritu que se encara la Shoá».
Knoblovits, agregó que «desde una DAIA plural, estamos convencidos de que el rumbo a seguir es el del esclarecimiento al que no le tememos». Asimismo, enfatizó que «la posición es independiente del Estado, responde a un bloque de sentidos que no se discute», destacando «la imperiosa necesidad de contar con la ayuda de los familiares».
Entre los asistentes, se encontraba Sara Russ, sobreviviente de la Soá y madre de una víctima del terrorismo de Estado.
A su turno, Daniel Tarnopolsky, quien perdió a toda su familia como consecuencia de las violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos, exigió aprovechar «esta oportunidad histórica para transmitir un mensaje claro y sin titubeos».
También estuvieron en la ocasión, Victor Garelik, director ejecutivo de la DAIA, Marisa Braylan, directora de su Centro de Estudios Sociales y Jorge Elbaum, asesor institucional.
Hoy por la tarde a las 18, la comunidad judía rendirá un homenaje a los desaparecidos judíos durante la dictadura.
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