Organizaciones de la comunidad LGBT convocaron a una “besada masiva” en un local de comidas rápidas de la peatonal Florida, donde una pareja del colectivo gay fue obligada a retirarse por haberse dado un beso en público, hecho que los organizadores consideran un claro caso de discriminación.
Según denunció en su cuenta de Twitter el director de la Fundación Buenos Aires Sida, Alex Freyre, y confirmaron más tarde miembros de los grupos “Mateadas por la Diversidad” y “Free Zone”, el hecho se produjo en un local de la calle Florida 281.
Hasta allí habían llegado Julián y Nicolás, una pareja de novios, en compañía de otros amigos de Free Zone, una agrupación que, al igual que Mateadas por la diversidad, tiene por propósito la organización de actividades sociales de integración y visibilización del colectivo LGBT.
“Cuando entraron, algunos de los chicos fueron a comprar y otros fueron al baño. Julián y Nicolás se dieron un pico, que fue visto por el gerente, que les dijo que no podían hacer eso en el local porque estaba prohibido, que se fijaran `donde iban a hacer sus cosas` porque se trataba de un negocio familiar donde había niños…”, explicó Denis Grossi, director ejecutivo del grupo Mateadas por la Diversidad.
La reacción del directivo de la casa de comidas rápidas -que dijo llamarse “Leandro”- ocasionó una fuerte discusión y la pareja discriminada pidió el libro de quejas para registrar el incidente.
“Ante esto, el gerente se fue para adentro y volvió para decir que el libro de quejas no se los podía dar y empezaron a cerrar el local con gente adentro para que se fueran”, contó.
“Parecía que la Ley de Matrimonio Igualitario y de Identidad de Género habían derrocado a la homofobia, pero aún hay vestigios”, concluyó Grossi.