Parece a simple vista una gran contradicción. Eleni Zaroulia, la esposa del líder neonazi heleno Nikolaos Michaloliakos, ha sido finalmente aceptada en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y formará previsiblemente parte de la comisión contra la discriminación y a favor de la igualdad. Lo hará después de haberse referido el pasado octubre a los migrantes extranjeros en Grecia como »infrahumanos» que han «invadido» su patria y portan «toda clase de enfermedades». Tal aseveración fue emitida desde la palestra del parlamento heleno: Zaroulia es una de las 18 diputadas del partido ‘ultra’ Amanecer Dorado.
El Consejo de Europa, fundado en 1949 para salvaguardar los derechos humanos, el desarrollo democrático y la cooperación cultural del continente, también ha admitido en sus filas al ultraderechista húngaro Tamás Gaudy, diputado del partido antisemita Jobbik, tras una dura deliberación: «No era posible disputar las credenciales de miembros individuales de una manera efectiva», señaló el organismo en un comunicado. La decisión no debe ser interpretada, según la nota, como una expresión de «apoyo» o «reconocimiento» alguna por la Asamblea Parlamentaria.
La elección de Zaroulia como miembro del Consejo de Europa ha sido posible gracias a la abstención en el parlamento heleno de Nueva Democracia (ND), el partido del primer ministro heleno Antonis Samaras. Su candidatura para llenar el cupo heleno en la institución internacional había sido presentada por el partido Amanecer Dorado y se había encontrado con la oposición, en un principio, de todos los grupos de la cámara helena, incluídos los conservadores. Sin embargo, ND se abstuvo en una moción de exclusión presentada por los miembros de izquierda de la alianza desbloqueando así la designación de Zaroulia.
La decisión del partido de Samaras ha causado indignación en la izquierda griega: el primer ministro parecía el pasado diciembre dispuesto a bloquear la candidatura de la diputada neonazi y su agrupación incluso emitió una nota conjunta donde sus miembros aseguraban no estar de acuerdo «con la participación de partidos que insultan a las instituciones democráticas» y tienen el «racismo» y el «prejuicio» como sus mayores «ideologías».
Grandes críticas
Varias ONG han criticado la abstención de ND en la votación y la decisión del Consejo de Europa de aceptar a Zaroulia: «Samaras ha hecho exactamente lo contrario que dijo que haría» ha lamentado la institución antirracista EGAM.
»Ha propiciado un gran apoyo a los neonazis griegos que apoyaron la dictadura de los Coroneles y ahora, gracias a él y a su partido, son parte de una institución que fue concebida para prevenir el nazismo, que luchó contra esa misma dictadura y fue garante de la vuelta de la democracia en Grecia», han criticado los activistas.
También los socios del gobierno de Samarás han condenado la inclusión de la neonazi en el Consejo de Europa: «la participación de una organización que viola con sus acciones y actos de violencia los derechos de los ciudadanos locales y residentes extranjeros en el país es contradictoria y trágicamente irónica», han señalado en una carta tres diputados de izquierda de la coalición de gobierno.
»No nos han podido callar» ha apuntado por su parte Zaroulia en una entrevista publicada en el portal de la agrupación neonazi. «Una voz diferente tendrá acceso a las salas donde se decide a puerta cerrada cómo dar forma al futuro de Europa y sus pueblos», ha abundado la neonazi.
Controvertida figura
La esposa del ‘gran líder’ ha protagonizado en el pasado algunos escándalos muy difundidos por la prensa helena. Los medios la señalan por negar el holocausto y ser un azote de los grupos anarquistas del país: «una pena, deberían haberle violado», escribió en su cuenta de Twitter como reacción a la publicación de un vídeo donde un grupo de paquistaníes propina una golpiza a un joven simpatizante de la izquierda radical.
Zaroulia también pretende llevar ante la justicia a los médicos que practiquen abortos y ha sido fotografiada portando un anillo con la cruz de hierro alemana popularizada durante la dictadura nazi alemana.
Uno de los principales opositores a desafiar legalmente la inclusión de Zaroulia en el Consejo de Europa ha sido el conservador francés Jean-Claude Mignon, miembro del Partido Popular Europeo: «No es la potestad de la Asamblea decirle a los griegos o a los húngaros que votaron bien o votaron mal», ha señalado.