La DAIA, la AMIA y buena parte de las agrupaciones de familiares de las víctimas ratificaron ayer su rechazo al memorándum entre la Argentina e Irán, al insistir en que consagrará la impunidad de los funcionarios iraníes acusados de perpetrar el atentado. Ante el plenario de las comisiones, el presidente de la DAIA, Julio Schlosser, advirtió que las dudas respecto del memorándum continúan y que, en estas condiciones, «no puede ser acompañado».
A su turno, el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, advirtió que avanzar con este tratado «es asociarnos con el Estado teocrático de Irán, someter a nuestra justicia y olvidar a los 85 muertos», e instó a los legisladores a votar «por conciencia y no por obediencia debida».
»Éste es un paso adelante, pero hacia el precipicio», sentenció.
Laura Ginsberg, de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA, insistió en que el acuerdo será como «una ley de punto final» y advirtió que «hay otras salidas, como desclasificar los archivos que hoy, todavía, se mantienen secretos pese a lo que prometió el Gobierno».
También expresaron sus críticas otros representantes de las víctimas, entre ellos, Luis Czyzewski. «La intervención de la ONU hubiera sido muchísimo mejor que este engendro jurídico», sostuvo. En las antípodas, Gerardo Beer, de la agrupación 18-J, apoyó el acuerdo y dijo que es «una lucecita al final del túnel».
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