El kirchnerismo volvió a dejar al descubierto ayer en el Senado sus diferencias internas, cuando el porteño Daniel Filmus intentó impulsar una cuestión de privilegio por «no menos de cuatro o cinco expresiones estigmatizantes» contra la comunidad judía vertidas en el debate del memorándum con Irán en la Cámara alta, la semana pasada.
La jugada de Filmus no hizo más que volver a poner en el ojo de la tormenta al jefe de su bloque, Miguel Pichetto (Río Negro), quien en aquel debate cometió un exabrupto al asegurar que en el atentado a la AMIA «habían muerto argentinos de religión judía y argentinos argentinos», lo cual le mereció un duro rechazo por escrito de la DAIA que lo obligó a pedir públicas disculpas.
La cuestión de privilegio mereció el rechazo de todas las bancadas, que cuestionaron a Filmus por pretender someter al análisis de la Comisión de Asuntos Constitucionales declaraciones que, además, se negó a revelar en el recinto, a pesar de la insistencia de varios legisladores. «Que diga cuáles fueron las declaraciones agraviantes, no podemos votar si no sabemos lo que quiere», lo apuró Mario Cimadevilla (UCR-Santa Cruz).
Peor aún, el senador porteño, de origen judío y que votó a favor del entendimiento con Irán, señaló con el dedo a Pichetto mientras sostenía que habían «sido estigmatizantes» sus declaraciones de la última sesión. Esto obligó a su jefe de bloque a reiterar sus disculpas.
El incidente causó tal conmoción en el oficialismo que nadie atinó a defender a Pichetto. Por el contrario, fueron los legisladores de la oposición los que intentaron poner paños fríos. «Teniendo en cuenta las disculpas públicas de Pichetto, no me parece que haya derecho a opacar una sesión preparatoria con un tema que ya tuvo las suficientes disculpas», reprendió a Filmus la santafecina Roxana Latorre (PJ).
El debate se saldó con el retiro de la cuestión de privilegio por pedido de la salteña Sonia Escudero (PJ), pero dejó a Pichetto convertido en un manojo de nervios que lo llevó a olvidarse de proponer a Juan Zabaleta, hombre del vicepresidente Amado Boudou, para ocupar la Secretaría Administrativa cuando se retomó la sesión en la que se eligieron las autoridades del cuerpo.