Para el Congreso Mundial Judío, la decisión de la Argentina de acordar con Irán en la causa AMIA, es motivo de un renovado rechazo, tal como expresó previamente el Comité Judío Americano (AJC, por sus siglas en inglés). Así lo transmitieron los dirigentes del organismo, en un comunicado en el que manifiestan su condena a la decisión del Parlamento argentino de aprobar el memorándum de entendimiento que la Argentina firmó con Irán para investigar conjuntamente el atentado a la sede de la AMIA. En el texto, la entidad señala que el atentado del 18 de julio de 1994, que dejó 85 muertos y 300 heridos, fue el peor ataque terrorista en el hemisferio occidental antes del 11 de septiembre de 2001. También destacan que se produjo dos años después del fatal atentado a la embajada de Israel en Buenos Aires en el cual fueron vinculados Irán y Hezbollah. El rechazo a lo actuado se basa en que tal acción socava los esfuerzos del fiscal especial e Interpol para perseguir a aquellos relacionados con el ataque. Las posiciones esbozadas por los distintos nucleamientos de la comunidad judía internacional, son coincidentes con el pronunciamiento del estado de Israel, y varios países de Occidente, que advierten en el giro de la posición argentina respecto a las posibilidades de esclarecimiento del atentado, un realineamiento tendiente a insertarse en la política regional como vector de la proyección de Irán en el hemisferio, habida cuenta del creciente aislamiento internacional del régimen de Teherán. Resulta ciertamente difícil adoptar una posición conservando la máxima equidad y principio de justicia en este caso, porque no ha habido la información suficiente y necesaria para ello. En el debate aparecieron también situaciones inaceptables de quienes constituyen uno de los poderes del Estado y tienen nada menos que la función de legislar.