PRENSA

En Israel, entusiasmo y expectativas

Esperan seguir con las buenas relaciones que mantuvieron con los dos ‎últimos papas.‎
Cuando el rabino argentino Ángel Kreiman atendió anoche el teléfono en su ‎departamento de Jerusalén, donde se radicó hace un año, estaba emocionado. ‎‎»¡Dios mío! ¿Sabe lo que esto significa?», dijo antes de ser consultado sobre la ‎elección de Jorge Bergoglio como nuevo papa.‎
Kreiman, activo desde hace décadas en el diálogo judío-católico, lo conoce desde ‎hace muchos años. «Es un amigo muy cercano de la comunidad judía. Un hombre ‎que va con toda naturalidad a sinagogas siempre que lo invitan. Un hombre que ‎ha escrito libros junto con el rabino Abraham Skorka del Seminario Rabínico ‎Latinoamericano? Es una gran noticia», comentó.‎
En la televisión se ve que se abre la cortina detrás del balcón que da a la Plaza ‎San Pedro. «¡Ahí sale! ¡Ahí viene!» A Kreiman se le entrecorta la voz. «Es un ‎hombre de una sencillez absoluta, de una humildad impresionante», dice ‎emocionado. «Cada vez que llamaba a pedir audiencia con él, me decía «para qué ‎vas a pedir audiencia, si aquí estoy, Hablá conmigo».»‎
Lo que los acercaba era también un tema muy argentino y muy judío: la causa ‎AMIA. En aquel atentado, el rabino Kreiman perdió a su esposa. Bergoglio fue el ‎primero en estampar su firma en un manifiesto público que se organizó contra la ‎impunidad de los criminales, cuando estaban por cumplirse once años del ‎atentado.‎
Otra figura que dijo haberse sorprendido gratamente por la elección fue el padre ‎David Neuhaus, vicepatriarca latino de Jerusalén y jefe de la Comunidad de ‎Católicos de habla hebrea. «Es de mi orden, un jesuita, por primera vez», dijo con ‎una sonrisa. Y bromeando sobre el hecho de que el suyo no era de los nombres ‎más mencionados como preferidos para el alto cargo, comentó: «Esta elección ‎confirma lo que se suele decir, que quien entra al cónclave como papa sale como ‎cardenal».‎
Neuhaus destacó que se conoce a quien es ahora el papa Francisco como una ‎persona de gran humildad y sencillez. «Cuentan que ya siendo arzobispo de ‎Buenos Aires viajaba en colectivo para no andar en grandes autos», relató. ‎‎»Espero que sea la persona indicada para lidiar con los numerosos desafíos de la ‎Iglesia Católica», agregó.‎
A ojos del doctor Sergio Minerbi, ex diplomático israelí y considerado un gran ‎experto en cristianismo y las relaciones entre la Iglesia y los judíos, «si fueron ‎hasta la Argentina para encontrar un papa es por los serios problemas en la ‎Iglesia, como el rol de la mafia en el banco del Vaticano», afirmó, y agregó no ‎tener dudas de que «es por eso y no porque esté cansado que dimitió Benedicto ‎XVI».‎
El especialista sostuvo que «el nuevo papa, que no por casualidad eligió el nombre ‎de Francisco, símbolo de humildad y sencillez, tendrá que actuar con mano muy ‎firme para lidiar con estos problemas».‎
Israel no había comentado anoche aún la elección del nuevo papa, una figura no ‎tan conocida a nivel internacional. Mientras el cónclave estaba reunido, la gran ‎esperanza en Jerusalén era que el nuevo sumo pontífice siguiera los pasos de ‎Benedicto XVI y su antecesor Juan Pablo II en cuanto a las buenas relaciones con ‎Israel, aunque no hubiera significado en absoluto coincidencia de opiniones en ‎todo ni identidad de postura en temas políticos como a ser en el tema del conflicto ‎palestino-israelí.‎