El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió ayer, al comienzo de su primera visita oficial a Israel el compromiso inquebrantable de su país con la seguridad del Estado judío, donde las preocupaciones sobre un Irán armado nuclearmente han empañado las relaciones con Washington. “Nuestra alianza es eterna, es para siempre”, afirmó durante la ceremonia de bienvenida que le dieron las autoridades israelíes en el aeropuerto de Tel Aviv.
También remarcó la necesidad de lograr la paz en Oriente Medio y reiteró que para la Casa Blanca “debe haber un Estado palestino soberano conviviendo junto a un Estado judío con su seguridad garantizada”.
Israel y EE.UU. concuerdan en que Irán nunca debería obtener una bomba nuclear y desestiman la afirmación de Teherán de que su programa atómico tiene propósitos pacíficos.
Sin embargo, los aliados no están de acuerdo respecto a los tiempos y al momento en que deberían lanzar una acción militar preventiva en caso de que la diplomacia falle.
Netanyahu comparó por su parte las amenazas de Teherán de “borrar a Israel de mapa” con el Holocausto judío a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, pero destacó que la gran diferencia es que “ahora tenemos el derecho y la capacidad de defendernos”.
Obama tiene previsto ir hoy a la ocupada Cisjordania para reunirse con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, y mañana viajará a Jordania.
Advertencia a Siria Respecto a la denuncia de que en Siria se usaron armas químicas, Obama puso en duda de que los rebeldes sirios las hayan utilizado e informó que había solicitado una información al respecto.
“Hemos dejado muy en claro que el uso de armas químicas en contra el pueblo sirio sería un grave y trágico error”, declaró y a continuación advirtió: “El régimen de Assad debería entender que serán responsabilizados por el uso de armas químicas o por su transferencia a terroristas”.