En el 1° Simposio Internacional sobre “Delitos de
Lesa Humanidad y Holocausto” -que tuvo lugar en la Universidad
Nacional de San Luis, durante los primeros días de agosto-
representantes de tres universidades del país disertaron sobre
distintas experiencias en las que se incorporó la enseñanza del
Holocausto en la educación formal y no formal de las casas de estudios
superiores. El panel “Los delitos de lesa humanidad desde el Derecho,
la Historia y la Educación en la experiencia educativa formal y no
formal de universidades argentinas” estuvo integrado por José García y
Leandro Siere de la Universidad Católica de Cuyo (UCC) de San Juan,
Franco Fiumara de la Universidad de La Matanza, Verónica Kovacic de la
Universidad de Buenos Aires (UBA) y Saada Bentolila de la UNSL. La
presentación estuvo a cargo de Gloria Ojeda. García, quien es sacerdote y
director de la Escuela Religiosa de la UCC, explicó que una de sus
experiencias fue la firma, en 2009 de un convenio entre el casa de
estudios y la Sociedad Israelita de San Juan para lograr el diálogo
entre la cultura y el pensamiento religioso, que “llegó a adquirir la
dimensión política educativa permanente” y agregó que “este convenio
pertenece en una respuesta eficiente de cara a los problemas de
discriminación y racismo, con especial alusión a los genocidios y el
Holocausto del siglo XX, a fin de revitalizar actitudes de
comprensión, tolerancia, solidaridad y un activo compromiso en la
comunidad académica como en el resto de la sociedad respecto de la
defensa de los Derechos Humanos”. Así fue que surgió en la UCC de San
Juan la cátedra abierta “Holocausto y Memoria” en la Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales que implementó el plan de enseñanza en la
carrera de Abogacía, como así también un curso de posgrado que
próximamente tendrá una segunda edición. Luego, Siere (contador y
abogado) destacó la importancia de realizar un estudio y análisis en
profundidad de la “Shoa” (término hebreo que remite al Holocausto),
que es descripto por la cátedra abierta como el más importante
genocidio registrado en la historia de la humanidad.“Es un momento
especial distinto que requiere un enfoque, un estudio y un análisis.
Estas acciones miran el pasado con una finalidad de construir el
presente para proyectar a futuro, no es algo abstracto o estático,
tiene una construcción permanente”, aseguró Siere, quien agregó que
esa tarea “es una obligación categórica con lo que vivió el colectivo
judío, para que no lo vuelva a sufrir en el futuro otro colectivo”.