El diputado de la Coalición Cívica ARI, Maximiliano Ferraro, presentó un Proyecto de Declaración a la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para que ésta manifieste “su más profundo repudio a los dichos del líder de esa comunidad religiosa, Sheikh Abdul Karim Paz, el señor Luis D´Elia y Fernando Esteche durante una conmemoración del Día de Al Quds llevada a cabo el 2 de agosto en la mezquita de At-Tauhid”. En la conmemoración, Sheikh Abdul Karim Paz, abogó por la destrucción del Estado de Israel y reivindicó a Moshen Rabbani, uno de los sospechosos de haber participado en el ataque terrorista contra la sede de la AMIA-DAIA. A su vez, Luis D´Elia, líder del movimiento Miles, se jactó de sus contactos con Hezbollah, agrupación a la que describió como un partido político, y agregó que, quizás, en lugar de pensar la fórmula de “dos Estados para dos pueblos” como solución al conflicto palestino-israelí, “haya que constituir un solo pueblo, un solo Estado”. El escrito presentado en la Legislatura porteña, manifiesta que “la reivindicación de la organización terrorista Hezbollah, el llamado a la desaparición del Estado de Israel, la apología de Mohsen Rabbani, uno de los principales imputados por la Justicia en la causa AMIA-DAIA y los epítetos racistas, constituyen una grave reiteración de manifestaciones intolerables para la convivencia y el respeto a las diferencias, imprescindibles en nuestra democracia”. A su vez se destaca lo actuado por la DAIA que a través de un comunicado declaró, “es intolerable que un templo religioso, que debiera estar destinado a la fe y la oración, sea utilizado para incitar al odio y para justificar el accionar de una organización terrorista”. La declaración finaliza afirmando que “Estos dichos atentan el derecho de libertad de creencia del que gozan todos los ciudadanos, la tolerancia y atenta claramente contra los derechos establecidos por la Convención Americana de los Derechos del Hombre en cuanto no reconoce el derecho de toda persona de profesar su religión y de manifestarla y practicarlo como lo desee. En ultima instancia es un ataque contra la democracia en su conjunto al incitar a la violencia y el no reconocimiento de la igualdad entre todos los ciudadanos que habitan suelo argentino”.
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