PRENSA

“Nuestra función es contar sobre el Holocausto”

El exterminio de seis millones de judíos por parte del régimen nazi es una cicatriz en la historia mundial, considerado como el símbolo máximo de la intolerancia. Mirta Goldstein, doctora en Psicología y miembro del Consejo Directivo de la DAIA, sostuvo que las futuras generaciones tienen el desafío de continuar el relato para que no se pierda la memoria. El jueves pasado, Goldstein estuvo en Neuquén, donde brindó la conferencia “Holocausto, víctimas, protectores y justos” en la Universidad Nacional del Comahue. La especialista manifestó que el Holocausto es un caso paradigmático en la historia ya que logró implementar una “tanopolítica”, una política de muerte sobre los cuerpos.“Es un acontecimiento que tuvo millones de víctimas, no solamente judías. La pregunta que hay que hacerse es por qué tiene tanta trascendencia entre tantas matanzas en el mundo”, analizó. En este sentido, explicó que la Shoah –como lo denominan los judíos– fue un punto de inflexión, porque significó la unión entre la política y la ciencia para la conformación de un biopoder que justificó la matanza de personas en el intento de consolidar la “raza aria”. “Fue un racismo pseudocientífico donde la raza aria adquiría un valor superior y en el que se puso en ejecución una maquinaria industrial para lograr el exterminio masivo de millones de personas, catalogadas por un concepto médico como razas inferiores”, sostuvo Goldstein. En este sentido, opinó que el desafío de las futuras generaciones es el mantener viva la memoria. “Nuestra función es contar ese relato, los testimonios y hacer de eso un esclarecimiento de transmisión. La memoria no es solamente el recuerdo, incluye no olvidar, recordar, hacer el duelo y transmitir”, dijo.