Las agrupaciones sefardíes estiman que 3,5 millones de personas en todo el mundo podrían podrían quedar integrados en esta medida, que, por decisión del ministerio de Justicia español, no obligará a los solicitantes a prescindir de otras nacionalidades que ya posean.
“De repente, todos somos españoles”, tituló ayer el diario Yedioth Aharonoth, que explicó que “ya hay gente en Israel haciendo cola para conseguir un pasaporte”. Haaretz publicó una caricatura con una cola de personas, con camisetas, bufandas y pancartas del Barcelona, ante la embajada de España.
El pueblo judío fue expulsado de España en 1492, pero su herencia y su cultura sefardí se conservaron a lo largo de más de cinco siglos. Muchas familias sefardíes aún atesoran lo que dicen que son las llaves de las casas en las que vivían sus familias cuando fueron expulsados por los Reyes Católicos en su campaña de homogeneización religiosa del país. «
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