Por Alberto Zimerman, secretario de Diálogo Interconfesional de la DAIA. En el Vaticano, la Iglesia Católica Apostólica Romana, proclamó santos a dos Papas: a Juan XXIII y a Juan Pablo II. Los judíos tenemos una cuota de reconocimiento hacia ambos pontífices, quienes produjeron una bisagra en nuestro vínculo. En 1934 el Arzobispo Guiseppe Roncalli, luego Juan XXIII, fue nombrado representante papal en Turquía, Bulgaria y Grecia. Como tal, intercedió ante el rey Boris de Bulgaria a favor de los judíos búlgaros, y ante el gobierno turco a favor de los refugiados judíos que habían escapado a Turquía. Lo mismo hizo para evitar la deportación de judíos griegos. Organizó en Estambul una red de salvamento de judíos perseguidos por el nazismo. Según testimonios dados ante los tribunales de Nüremberg, esto permitió salvar a 24.000 judíos, aunque fuentes católicas afirman que se dispensaron unos 80.000 certificados. Ver Nota Completa en: http://www.minutouno.com/notas/320734-una-marca-indestructible-las-relaciones-catolicos-y-judios