El papa Francisco denunció ayer la «tragedia inconmensurable» de la Shoá y el «abismo» que constituyó para la humanidad, al visitar el Memorial de Yad Vashem (Museo del Holocausto) construido en recuerdo de los seis millones de judíos exterminados en campos nazis. Luego, en el Museo de las víctimas del Terrorismo, declaró: «El terrorismo es un mal en el origen porque viene del odio, y en los resultados, porque no construye sino destruye. Querría que todo el mundo entendiera que el terrorismo es fundamentalmente criminal. Yo rezo por estas víctimas y por todas las víctimas del terrorismo del mundo. Por favor, no más terrorismo. El terrorismo es un camino sin fin», dijo Francisco. El pontífice había comenzado la jornada con una visita a la Explanada de las Mezquitas, uno de los lugares más sagrados del Islam. De allí, se trasladó al Muro de los Lamentos, el lugar judío más sagrado, donde fue recibido por el Gran Rabino.
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