Construido sobre el pozo y las ruinas del viejo edificio, como un triunfo sobre la muerte, un símbolo de memoria y justicia, el nuevo edificio de la AMIA y la DAIA, fue inaugurado el 26 de mayo de 1999 en Pasteur 633, casi cinco años después del brutal atentado terrorista, que asesinó a 85 personas. Al empezar a pensar el proyecto de reconstrucción, las autoridades comunitarias decidieron mantenerlo en el antiguo emplazamiento; como un signo de tenacidad frente a la mezcla de angustia, miedo y bronca que muchos amigos y familiares de las víctimas sintieron al pasar por ese sitio, situado en pleno barrio de Once. El edificio se comenzó a construir en agosto de 1995. Si bien las dimensiones son similares a las del antiguo lugar, inaugurado en 1945, la diferencia está puesta en la seguridad.El alejamiento de la nueva edificación de la vereda permitió conservar a la vista las cicatrices dejadas por el viejo edificio sobre la entrada principal. Ocho de las planchas de madera oscura que sirvieron como empalizada luego de la explosión, donde los familiares y amigos de los muertos grabaron sus nombres, cuelgan del frente de la nueva sede, para recordar ese horror y reclamar justicia.