Con la muerte de Alberto Nisman posiblemente haya muerto también la causa AMIA. Será sumamente difícil hallar un sucesor tan comprometido con la investigación del caso, tan enteramente apto para la tarea y tan decididamente valiente para llevarla hasta sus últimas consecuencias. Amén de que se hallase un digno reemplazante, éste no podrá apartar de su mente el hecho de que el fiscal principal de esta causa murió de un tiro en la sien a cinco días de haber denunciado al gobierno por encubrimiento y a horas de exponer las evidencias ante el Congreso de la nación. Y aún si se encontrase a la figura idónea y ella estuviese determinada, la historia de esta causa judicial y política está a estas alturas tan irremediablemente contaminada que siempre llevará consigo el estigma de la eterna sospecha sobre sus conclusiones. Ver Nota Completa en: http://www.paginasiete.bo/opinion/2015/1/26/alberto-nisman-elliot-ness-argentino-45236.html
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