Los aniversarios son propicios para analizar lo realizado en el pasado y proyectar el futuro. Es cerrar un ciclo para dar comienzo a uno nuevo concatenando ambos mediante una profunda mirada retrospectiva y proyectando acciones para el futuro. Francisco fue elegido en un momento dramático en la historia de la Iglesia. Los escándalos, tanto los referentes a temas de moral sexual como monetaria, la acuciaban. Uno de los asistentes más cercanos a Benedicto XVI lo traicionaba, revelando el contenido de sus escritos más íntimos. Las medidas a tomar eran de tal envergadura que el anciano teólogo dejó de lado las terrenales contiendas y dio un histórico paso al costado. Tenía bien claros los conflictos a enfrentar, al tiempo que se veía a sí mismo sin las necesarias fuerzas para encarar las duras luchas que aquéllos reclamaban para su resolución. Fueron las razones que él mismo explicitó en la alocución en la que anunciaba su retiro. Ver Nota Completa en: http://www.lanacion.com.ar/1775646-en-dos-anos-la-iglesia-ya-es-otra.