Organizar y llevar a cabo el acto conmemorativo del Día del Holocausto/Shoá y del heroico levantamiento del Gueto de Varsovia, nos insta a atravesar un profundo desafío: utilizar los diferentes sentidos y recordar, con dolor, a nuestros héroes y mártires. Observar las imágenes de los adultos y niños masacrados durante la Shoá, hace que nuestros corazones se quiebren año a año, y evocar el sonido de sus llantos y el estruendo de las precarias armas que utilizaron para resistir, nos conmueve y nos estremece. Podríamos haber sido nosotros…El acto organizado por la DAIA desde 1949, en forma ininterrumpida, nos involucra a todos en una sensible ceremonia colectiva, y al mismo tiempo individual, de quienes nos dieron vida, permitiendo que todos los que nos encontramos hoy podamos recordarlo. Ellos están en nosotros… A nuestro héroes y mártires, nuestros abuelos, padres, hermanos, les aseguramos que no permitiremos que la Shoá se repita ni que se produzca ningún acto de antisemitismo ni de discriminación, y que cada año intensificaremos nuestros más sensibles sentidos para llorarlos, recordarlos y trasmitir sus mensajes y enseñanzas.