Se realizó, el jueves en el Museo del Holocausto, un acto organizado por La Embajada Activistas por la Paz, enmarcado en la iniciativa Huellas para no olvidar, mediante la cual se homenajeó a los sobrevivientes: Isaac Zafran, Jaime Urzanski, Rebeca Raquel Fiszman y Motel Mesyngier. El acto consistió en el descubrimiento de cinco placas con la forma de la Estrella de David, que contienen las huellas palmares de cada sobreviviente del Holocausto recordado, así como las huellas de uno de sus hijos y las de uno de sus nietos y las de uno de sus bisnietos, si lo hubiere, como una evidencia de que el nazismo no pudo extinguir al pueblo hebreo. Durante el evento, hicieron uso de la palabra el presidente de la DAIA, Julio Schlosser; William Soto Santiago, titular de la Embajada de Activistas por la Paz; Gustavo Sakkal, presidente del Museo del Holocausto y el sobreviviente Isaac Zafran. Huellas para no olvidar es un proyecto promovido por la Embajada de Activistas por la Paz, iniciativa de su Embajador Mundial William Soto, y tiene como propósito mantener vivo el testimonio de los sobrevivientes del Holocausto, como una forma de prevenir la reiteración del capítulo más siniestro de la historia humana: La Shoá. Este proyecto actualmente está siendo acogido por diferentes países en Latinoamérica.