El presidente de Rumania reglamentó, el miércoles, una ley que condena cualquier forma de negación del Holocausto y además, prohíbe cualquier organización fascista, racista y xenófoba. Quien quiebre esta ley será sentenciado a pasar tres años en prisión. Rumania se unió a países como Francia y Alemania que ya contaban con una ley similar. La promoción del Movimiento de los Legionarios, un grupo fascista y antisemita que se unió al gobierno rumano en 1940, también se encuentra proscripto. Durante el Holocausto, el partido inició ataques hacia los judíos. La nueva ley además disuelve las organizaciones fascistas, racistas y xenófobas y prohíbe manifestarse a favor de aquellas personas acusadas de cometer crímenes de lesa humanidad. Cualquiera que viole esta implementación se enfrentará a una sentencia de hasta tres años en prisión.