En un enérgico discurso, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió hoy a los países miembro de la Unión Europea (UE) que la semana próxima accedan a acoger a 160.000 refugiados, y exigió a los países que no distingan a los migrantes por religión. «¿Establecemos distinciones entre judíos y musulmanes? Este continente ya ha cometido este error antes», lanzó el presidente de la Comisión Europea, en referencia a casos como el de Polonia, que analiza dar prioridad a los refugiados cristianos. En su primer discurso sobre el «estado de la Unión» en el pleno del Parlamento Europeo (PE) en Estrasburgo, Francia, Juncker presentó una serie de nuevas propuestas para enfrentar la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. «La crisis de refugiados no va a desaparecer», dijo Juncker a los legisladores comunitarios, destacando que más de 500.000 migrantes han entrado en Europa en lo que va de año, muchos de ellos huyendo de los conflictos que arrasan Siria y Libia. «No es momento de asustarse. Es momento de actuar con decisión y valentía», reclamó.»Estamos luchando contra Estado Islámico, ¿por qué no estamos listos para aceptar a aquellos que huyen de Estado Islámico?», preguntó.
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