Fiscales alemanes investigarán un posible delito de incitación al odio en la gran marcha realizada ayer por el movimiento xenófobo Pegida por los dichos de un orador sobre los refugiados, mientras que la Federación Alemana de Periodistas pidió castigo para manifestantes que agredieron a trabajadores de prensa. La fiscalía de Dresde, la ciudad del este de Alemania donde nació el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), dijo que la investigación se centra en el discurso del autor turco-alemán Akif Pirincci, quien insinuó que los refugiados deberían enviarse a campos de concentración. En su discurso, Pirincci, quien fue invitado al escenario en Dresde por la dirigencia de Pegida, defendió el derecho del pueblo a criticar la política de puertas abiertas con los refugiados del gobierno alemán de la canciller Angela Merkel, que estima que este año recibirá a 1 millón de solicitantes de asilo. El polémico orador se refirió a declaraciones de un político que había invitado a los refugiados a abandonar el país si no compartían sus valores y concluyó con la frase: «Habría naturalmente otras alternativas, pero los campos de concentración están lamentablemente cerrados».