Miles de velas se encendieron ayer a la tarde. La brisa aliviaba el calor pero no apagó los fuegos encendidos por la multitud que se reunió en la conocida Plaza Alemania, de Libertador y Scalabrini Ortiz, convocada por la DAIA, para pedir justicia por el fiscal especial que llevaba la causa AMIA-DAIA, Alberto Nisman, quien apareció muerto en su departamento el 18 de enero de 2015. Al grito de “¡Justicia!”, hubo profundos abucheos para el gobierno K y aplausos para la gestión actual de Macri, bajo un fuerte reclamo en el que todos daban a Nisman por asesinado. La madre del fiscal, Sara Garfunkel, dio presente. Y tres fueron los oradores: el periodista Joaquín Morales Solá, el fiscal Ricardo Sáenz y el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban. Acompañaron el acto la vicepresidenta Gabriela Michetti, la ministro de Seguridad, Patricia Bullrich y la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, y varios diputados macristas. También estuvieron el ministro de Medio Ambiente, rabino Sergio Bergman, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, el ex vicepresidente Julio Cobos y Claudio Avruj secretario de Derechos Humanos y varios diputados macristas. Más tarde llegaron el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el secretario de Seguridad porteño Martín Campos. También hubo familiares de los muertos en la AMIA-DAIA, y se vio a los embajadores de Israel, y Francia, y a un representante de EE.UU. Si bien las hijas de Nisman no participaron del acto, enviaron una carta que fue leída por su tía, Marcela Arroyo.
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