La polémica detrás del mural de Sofía Wiñazki, que fue tapado con otro dedicado a los héroes de Malvinas, desató un aluvión de mensajes antisemitas hacia su autora a través de las redes sociales. Y dejó en evidencia una interna entre grupos de arte callejero que buscan «malvinizar» la Ciudad. Wiñazki empezó a pintar su mural en el puente de Dorrego y Figueroa Alcorta el miércoles 17, convocada por el Gobierno porteño y la muestra Boutique de Arte Directo de Artista (BADA). Recibió las paredes ya blanqueadas y se puso a darle forma a un conjunto de arces. Su idea era que, una vez finalizada la obra, los que pasaran por debajo sintieran que atravesaban un bosque. Pero el domingo, cuatro personas le taparon el mural con otro con las islas Malvinas y el rostro de Oscar Augusto Silva, un subteniente de 24 años que murió en el frente de guerra. Más información.