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La mejor jugadora argentina de ajedrez no quiso que la obligaran a jugar con velo y no fue al Mundial en Irán

Carolina Luján es una de las nueve mujeres que decidieron bajarse del certamen. “Solo quiero tener la libertad de elegir”, dice la argentina que hoy podría estar en Teherán para participar en el Mundial de Ajedrez, inaugurado el viernes.  Desde Montevideo, donde compite en un Abierto Internacional, llegó tras decidir que no jugaría en un lugar donde le impusieran la cultura, en el cual el uso de la hiyab (el velo con el que las musulmanas se cubren la cabeza) fuera una obligación. Luján -31 años- es una de las nueve clasificadas que, según informó en enero Emil Sutovsky, presidente de la Asociación de Profesionales de Ajedrez (ACP), decidió no participar en Irán, donde hasta el 3 de marzo compiten, con 450 mil euros de premios en juego, 64 ajedrecistas (la argentina Ayelén Martínez ocupa la plaza dejada por su compatriota).