En el salón Montevideo de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, la DAIA, junto al Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) y la Pastoral Universitaria del Arzobispado de Buenos Aires, organizaron un acto por el Día del Periodista en el que se premió Corina Kestelman, de Mundo Israelita; a Mariano De Vedia, de La Nación; a Tito Garabal, de Claves para un Mundo Mejor; a Sergio Rubín, de Clarín; y a Gustavo Abu Arab. Durante el evento, el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban, destacó que «muchas veces escuché que el periodismo muestra lo que quiere, y que muchas veces pasa lo que el periodismo quiere mostrar, y yo quiero decirles que no todos los periodistas son iguales, hay muchos periodistas que muestran exactamente lo que pasa». Por su parte, Guillermo Marcó, director de la Pastoral Universitaria del Arzobispado de Buenos Aires y presidente de del Instituto Diálogo Interreligioso, consideró que los periodistas premiados «tienen todos un denominador común, siempre han buscado el lado positivo de lo que tienen comunicar». A su turno, el titular del Centro Islámico de la República Argentina, Aníbal Bachir Bakir, resaltó que «todos los derechos deben llevar paralelamente una obligación. Hoy vivimos, disfrutamos y ejercemos el derecho a la libertad de expresión, pero a veces esa libertad de expresión no sabemos hasta qué medida permite que aquellos falten a veces a la verdad en su mensaje». A la hora de agradecer las condecoraciones, los premiados emitieron unas palabras, empezando por Tito Garabal, quien destacó que «hace tres años, y seguramente Omar Abboud lo puede contar mejor que yo, se abrazaba él junto al rabino Abraham Skorka con el papa Francisco, frente al Muro de los Lamentos, y esa imagen conmovió al mundo, y eran tres argentinos que estaban mostrando que desde la diversidad se construye la unidad». Por su parte, Miguel Steuermann dijo que «hace pocos días, Marcos Aguinis me decía que la función del periodismo no es solamente contar los hechos, la función del periodismo es orientar, es tratar de dar un aporte no solamente contando y comentando, sino orientando a las sociedades a ser mejores». Luego, Sergio Rubin lamentó que «todo lo malo que nos pasa es consecuencia de darle la espalda a dios, darle la espalda a la espiritualidad, darle la espalda a los valores. De ahí se desprende todo lo demás». A su turno, Mariano De Vedia consideró que «me alegra no solo la distinción, sino la posibilidad de ser testigo directo de esta convivencia pacífica que todos han ponderado. Argentina es un ejemplo de cómo las distintas confesiones religiosas, cada una con sus distinciones, van camino a un futuro mejor, y van señalando cómo es el camino de construcción de una sociedad, reconociendo las diferencias, y avanzando en pos de objetivos comunes y valiosos para su gente». Por último, Corina Kestelman explicó que Mundo Israelita, «desde sus inicios se propuso elegir los diferentes aspectos del país, y que refleje en sus columnas a la par los problemas judíos del mundo entero, las fases múltiples de la existencia de la colectividad en el país, sin ser meros servidores de una fórmula ideológica ni de un esquema cualquiera».