PRENSA

Discurso de Alberto Hammerschlag en Embajada de Grecia

15 de agosto de 2018
Nuevamente tengo el honor de representar a la DAIA en este homenaje a nuestros hermanos de Rodas, Salónica, Cos y otras localidades griegas que fueron asesinados por el nazismo.
Recordar a las víctimas del régimen nazi siempre debe servirnos para reflexionar sobre el daño irreparable que puede significar callar y esconderse frente al odio y la destrucción. Debemos tener muy en cuenta lo que nos pasó y recordarlo permanentemente.
Hace un año, el actual primer ministro griego anunció en Salónica, segunda ciudad de Grecia y donde hasta la Segunda Guerra Mundial vivía una próspera y numerosa comunidad judía, la creación de un museo dedicado a las víctimas del Holocausto. El objetivo de la creación del museo, dijo el primer ministro, es salvaguardar y trasladar a las generaciones futuras el dolor y el suplicio de los judíos de Salónica.
Esto muestra el compromiso de las máximas autoridades griegas para no olvidar lo que fue el terror nazi. El museo será construido en la Estación de los trenes de Salónica. Desde allí salieron en febrero de 1943 los más de 40.000 judíos que fueron deportados por las autoridades alemanas desde esa ciudad hacia el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Los nazis asesinaron a prácticamente todos los judíos de Salónica, en donde, en el momento de la ocupación alemana, había aproximadamente 50.000 judíos.
También arrasaron con sus instituciones e intentaron borrar cualquier huella de vida judía. Pero no lo lograron. Como lo demuestra la iniciativa de construir un Museo, Grecia sigue trabajando para preservar la memoria
de lo que pasó: nadie olvida las contribuciones que la comunidad judía realizó de forma decisiva para el crecimiento social y cultural de ese país.
La historia de los judíos griegos asesinados por los nazis nos enseña y obliga a reforzar el trabajo para frenar cualquier demostración de odio o discriminación que pueda surgir en nuestras sociedades. Por más pequeño que parezca ser.
Siempre hay que recordar que la Shoa fue posible por el accionar de un régimen genocida, de sus torturadores y verdugos, pero también de sus cómplices, de los colaboracionistas, de los indiferentes, de los gobiernos
que negaron el ingreso de los perseguidos, contribuyendo así a su exterminio.
Por eso, el mundo libre y democrático debe elevar su voz frente a aquellos que niegan el exterminio judío y amenazan con repetirlo. La humanidad debe comprometerse a resistir contra todo lo que pueda amenazar la libertad, la dignidad y la vida humana.
Desde la DAIA queremos dejar en claro que nunca olvidaremos a todas las víctimas exterminados por el mal absoluto que era el nazismo. Hoy estamos aquí para honrar a nuestros hermanos de Rodas, Salónica y Cos, y su recuerdo nos da fuerza para seguir combatiendo con todos los instrumentos jurídicos y políticos a los mensajeros del odio, de la discriminación y de la violencia.
Muchas gracias