PRENSA

Discurso de Jorge Knoblovits en el Día Internacional de conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto

En un mundo sin memoria, nuestro país intenta ayudar a reconstruirla. Somos el único país latinoamericano miembro pleno dela International HolocaustRemember Alliance, lo que nos obliga a redoblar nuestro esfuerzo para continuar tejiendo los vínculos de una recordación sensible e importante.

Hoy se encuentra aquí presente el primer Presidente en la historia que asiste a esta Conmemoración. Gracias Ing. Mauricio Macri.

En 2005, a través de la Resolución 60/7, las Naciones Unidas designaron al 27 de enero, como el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto en recordación a la liberación, en 1945, del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.

En este contexto, se condenan todas las manifestaciones de odio, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades, basadas en su origen étnico o creencias religiosas, procurando que todos los países miembros de esta importante organización elaboren programas y actividades que colaboren en la prevención de posibles actos de genocidio o agresiones de cualquier naturaleza.

 Recuerdo que la última oportunidad que tuve de asistir a este ejercicio de la memoria, fue en el año 2013, a pocos días de suscribirse el Memorándum de Entendimiento entre nuestro país y la República Islámica de Irán. Un pais que niega la Shoá, la memoria y que viola sistemáticamente todos los postulados de inclusión, diversidad y democracia que tanto anhelamos para nuestro querido mundo. Nuestra batalla jurídica para denunciar ese Pacto espurio como inconstitucional, fue difícil pero exitosa.

La Shoá constituyó el exterminio planificado de manera industrial, surgido del odio visceral hacia la comunidad judía, pero que atentó contra la humanidad entera, contra toda la civilización. Tuvo características que la hicieron lamentablemente única. Contó con una ejecución sin antecedentes que afortunadamente, nunca más se repitió, pero para que realmente no vuelva a suceder debemos evocar la memoria de manera constante, casi en forma incisiva.

Lamentablemente hoy, el racismo, el antisemitismo y la xenofobia dicen presente en muchas latitudes del mundo. Es por ello que debemos estar en alerta, detener y condenar a quienes difunden palabras de odio que siempre fueron preludio de las grandes tragedias de la humanidad.

Frente a este preocupante panorama de discriminación debemos redoblar los esfuerzos para detener, con todas las herramientas jurídicas, políticas y pedagógicas existentes este tipo de manifestaciones. No vamos a tolerar a quienes incitan al odio y desprecian la vida.

 Sepan que no tendremos un mundo mejor si no aprendemos de la historia. Y por estos días, en los que el mundo presenta complejos desafíos, siento que nuestro rol se revaloriza y que al mismo tiempo, debemos exigirnos un compromiso aún mayor con nuestra misión de educar sobre el pasado para cambiar el futuro. Ya aprendimos de la historia que el odio, el racismo, el antisemitismo y la xenofobia no mueren.

Como ustedes saben, la DAIA, es la representación política de la comunidad judía argentina, que trabaja sin claudicar frente a cualquier atisbo de antisemitismo y discriminación que se manifieste en nuestra sociedad, asumiendo la responsabilidad y el compromiso de preservar la memoria de las seis millones de víctimas de la Shoá, entre ellos un millón y medio de niños.

Reflexionar, analizar y rememorar la Shoá es un compromiso impostergable si queremos honrar la memoria de aquellos que fueron víctimas del régimen nazi. Todo genocidio comienza con la construcción y la difusión de prejuicios y estereotipos negativos hacia el prójimo. Estemos atentos para poder identificarlos y de construirlos.

Las nuevas generaciones deben aprender de la historia, analizándola y entendiéndola. Que conozcan lo que realmente pasó, lo que sufrieron millones de personas, porque sólo así, teniendo conciencia de los hechos, comprenderán lo que aún hoy siguen sufriendo miles y miles de personas en todo el planeta. Sólo así evitaremos que un episodio aparentemente menor se propague y mute en algo más complejo.

Quiero destacar el trabajo que realiza el Embajador argentino ante la International Holocaust Remember Alliance, el Ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro. Le agradecemos su compromiso y su permanente apoyo a todas las iniciativas que surgen para mantener viva la memoria del Holocausto.

También nuestro reconocimiento a la labor de los Ministerios de Educación, de Relaciones Exteriores y de  Justicia, representantes del Estado en el Capítulo argentino, demostrando la importancia que este Gobierno le otorga a la temática de la Shoá, así como a su memoria y educación.

Señoras y señores: es imprescindible que todos tomemos conciencia de la importancia que tiene la transmisión de un legado que nos permita afrontar los desafíos actuales, para que la Shoá y cualquier amenaza a la dignidad humana sea extirpada de la sociedad enarbolando con altura los valores de la verdad y la justicia.