El juez Julián Ercolini ordenó el procesamiento de Ignacio Enrique Niesz (Alias «wWiesbvy») por considerarlo «prima facie» autor penalmente responsable del delito de incitación a la persecución o el odio contra un grupo de personas en razón de su religión (arts. 3º, párrafo 2º, de la ley 23.592, y 306 y 310 del Código Procesal Penal de la Nación).
Niesz publicó en un sitio web la necesidad de formar «un movimiento destinado a asesinar al azar a personas de la colectividad judía ante despidos laborales»; y aseguró que si lo despidiesen de su trabajo, él mismo «concurriría a un establecimiento educativo de esa comunidad para disparar contra la mayor cantidad de niños que pudiera»; y que «hay que combatir con terror» lo que denominó como «ZOG» (Zionist Occupation Government).
Refirió también que su publicación tuvo lugar en torno al conflicto existente en la Franja de Gaza. No importa el nombre del antisemita, si es famoso o un ignoto, es importante que la justicia actúe y castigue los delitos de odio y la judeofobia.
Cuando la justicia actúa velozmente la sociedad se beneficia, ya que genera sus propios anticuerpos frente a individuos racistas y violentos.