PRENSA

La violencia basada en el género menoscaba la democracia. Por Jorge Knoblovits*

El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1977, en homenaje a las 129 obreras textiles de la fábrica Cotton de Nueva York, Estados Unidos, que fallecieron en un incendio mientras realizaban una huelga pacífica por mejores condiciones laborales, en 1857. 

Si bien ese acontecimiento se constituyó en un hito, las mujeres como colectivo, llevan adelante una larga y constantelucha con el objetivo de obtener y garantizar igualdad de derechos y de oportunidades.

Visibilizar esta realidad permitió incrementar la participación de las mujeres dentro de la sociedad,  estimulando su desarrollo íntegro como personas, suemancipación y la promoción de acciones de desnaturalización y cuestionamiento de roles fijos y estigmatizantes.

Diversos fueron y siguen siendo los fines a lograr y a sostener: desde el sufragio femenino, la denuncia de opresión social, familiar y laboral traducida en violencia física, simbólica y económica, la separación entre sexualidad y reproducción, la defensa de la maternidad libre, la libertad sexual, la planificación familiar y los métodos anticonceptivos, entre otros conceptos.

Por todas estas razones, el 8 de marzo significa un recuerdo y una reivindicación de la igualdad conseguida con el paso del tiempo, la conquista de derechos y espacios que tantas veces fueron negados y, principalmente, del comienzo de la liberación de la opresión que el patriarcadoejerció y continúa ejerciendo sobre cada una de ellas. De todas maneras cabe destacar que la lucha todavía no llegó a su fin y que las mujeres seguirán peleando por ocupar el lugar que merecen, lograr ser respetadas en todos los ámbitos y, principalmente, combatir contra las violencias y los abusos de poder que siguen presentes y latentes a pesar de los cambios.

El informe del Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación, en nuestro país se advierte con preocupación el aumento en las cifras de femicidios durante 2023: el 60 por ciento de las víctimas fueron asesinadas en su domicilio, en su trabajo o en la vivienda que compartían con el femicida.

Un promedio de un femicidio cada 27 horas fue registrado hasta el 15 de noviembre de 2023 en Argentina, cifra que significa un aumento en los asesinatos de mujeres por razones de género que incluso supera a la del 2020, año marcado por la pandemia del coronavirus, según un informe del Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación.

En total, hasta el 15 de noviembre de ese año se registraron 282 femicidios que incluyen 28 femicidios vinculados, 4 personas trans, 7 suicidios feminicidas y 24 casos de muertes violentas de mujeres en contexto de narcotráfico y crimen organizado.

Estos escalofriantes datos nos interpelan como sociedad corroborando la necesidad de elaborar renovadas iniciativas que eviten el acostumbramiento, la desidia y la resignación.

La DAIA como entidad protectora de los derechos humanos, e inspirada en el derecho a la igualdad, se suma en esta ocasión a reflexionar sobre los orígenes del patriarcado generador deexclusión y de violencia, a dar a conocer la situación actual de ese colectivo y los desafíos todavía pendientes.

Asimismo, hemos elaborado un Protocolo de actuación frente a situaciones de violencia de género para nuestras instituciones adheridas que se asienta en dos pilares fundamentales: Desde el punto de vista de la víctima, protección y acompañamiento desde el primer momento, generando un entorno de contención y confianza que le asegure que en la organización la van a escuchar y orientar, en un marco de respeto, confidencialidad y evitando su revictimización. Desde el punto de vista de la organización, disponer de un marco institucional de orientación, prevención y referencia para el mejor abordaje de la situación, gestionar de mejor manera el riesgo que implica cuando una situación de violencia acontece y transmitir una cultura organizacional basada en valores.

Un párrafo especial merece el especial ensañamiento que sufrieron las mujeres en el ataque terrorista perpetrado por Hamás y la Jihad Islámica en territorio israelí el pasado 7 de octubre de 2023. Una vez más queda demostrado que sus cuerpos e integridad suelen ser especialmente vulnerados en contextos bélicos: “Texto y territorio de una violencia que se escribe privilegiadamente en el cuerpo de las mujeres. Cuerpos frágiles, ya no guerreros, a partir de los cuales se amenaza al colectivo en su conjunto”. (Rita Segato).

La violencia basada en el género menoscaba la democracia porque constituye un ataque a los derechos humanos perpetuando vínculos jerarquizantes y de desprecio. Seamos capaces de facilitar el desarrollo, la información y la empatía.

Se juega en ello nada menos que el futuro de la humanidad.

*Presidente de la DAIA